¡Qué sensación! esperar que aparezca la nieve ansiosamente, y ver cómo los primeros copos, sin hacerse esperar, aparecen por arte de magia, creo que no había visto nunca ver nevar, y nevar, y nevar tanto, y sin descanso en nuestra ciudad, lo que hemos vivido éste fin de semana en Zaragoza ha sido una verdadera gozada, un regalo.
Nos volvimos niños, nos preparamos para salir a la calle y disfrutamos como nunca (que ya lo necesitábamos). Lanzar bolicas de nieve, revolcarte como si no te importara nada, tirarte con el trineo o incluso sin el, pisar la nieve, sentir los copos caer y escuchar el sonido de la nieve, ver las caras de frio y felicidad de la gente, calzarte los esquís y salir a la puerta de tu casa…. sensaciones únicas!
Y qué decir de los paisajes, otro regalo para los amantes de la fotografía, donde el blanco cubrió nuestras calles y nuestros parques, los lleno de magia y nos ofreció inmensas posibilidades para dejar volar nuestra imaginación y conseguir fotografías singulares. La protagonista del fin de semana invadió también nuestras redes sociales de encuadres que nos lleno de buenas sensaciones.
La nieve, ese visitante tan atípico en nuestras ciudades, hizo acto de presencia, nos sumergió en un bonito sueño y nos hizo disfrutar y gozar, aunque lo más importante, es que nos hizo olvidarnos por unas horas de la pesadilla que llevamos viviendo desde hace casi un año.